El planeta entero está cambiando de forma rápida y radical. El calentamiento global ha hecho que los veranos en España duren cinco semanas más que hace cuarenta años. Y los insectos se están extinguiendo en masa con consecuencias que aún desconocemos.
«[…] El caso de las abejas, uno de los más estudiados, es el que más preocupa a los científicos por su papel esencial en el ciclo de la vida. »
Basada en el artículo «Ya no hay abejas, solo verano» de Guillermo Altares para El País.